La Salud como un Derecho Humano: Voces desde la Comunidad
Mujeres dando a luz en casa, rechazadas por los hospitales. Trabajadores excluidos de las clínicas porque no hablaban inglés. Niños creciendo sin atención pediátrica, privados de lo básico simplemente porque no tenían seguro. Las historias de la salud comunitaria dentro de la población latina de Washington D.C. durante las décadas de los 60, 70 y 80 están marcadas por una profunda desesperación y abandono.
Sin embargo, estas también son historias de resiliencia, solidaridad y esperanza. En 1983, se fundó La Clínica del Pueblo como un proyecto del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), ofreciendo servicios médicos gratuitos en una clínica operada por voluntarios. Cinco años después, en 1988, María Gómez, junto con otros voluntarios, abrió una clínica en un sótano, donde atendían a mujeres que huían de la guerra y la pobreza en Centroamérica, dando lugar al Mary’s Center.
Estas historias cobraron vida el 12 de diciembre en el evento Salud Comunitaria: Historias de Líderes Latinos de la Salud en DC, realizado en el Museo Nacional de Historia Americana. Tres voces clave—el historiador José Centeno-Meléndez; Suyanna Linhales Barker, directora de programas de La Clínica del Pueblo; y María Gómez, cofundadora de Mary’s Center, en una conversación moderada por Amanda Moniz, curadora de David M. Rubenstein Philanthropy —compartieron poderosas perspectivas sobre las luchas y esperanzas de la comunidad latina en la capital de los Estados Unidos.
El evento mostró los desafíos históricos que enfrentaron las comunidades latinas en Washington D.C., particularmente en lo que respecta al acceso a la salud y los recursos esenciales. También exploró las perspectivas y desafíos que aún persisten, así como los obstáculos que la comunidad latina tendrá que enfrentar en el futuro.
El Punto de Partida: Washington D.C.
José Centeno-Meléndez describió Washington D.C. como una ciudad compleja y diversa—un verdadero "crisol de naciones". Señaló que la comunidad latina está compuesta por trabajadores, estudiantes y profesionales, todos en busca de libertad económica o huyendo de la persecución política. Esta mezcla de culturas trae consigo una amplia gama de acentos, razas y costumbres, pero también una serie de desafíos, como la invisibilidad de ciertos grupos y sus necesidades.
"No fue hasta 1970 que el Censo de los EE. UU. reconoció la categoría latina," explicó. "Esto habla mucho sobre la falta de importancia que se le daba a la comunidad latina, que estaba excluida de la sociedad." Agregó, "Muchos no sabían que podían acceder a escuelas, atención médica o trabajos."
Los recursos eran limitados, y el apoyo principalmente provenía de iglesias o casas comunitarias. La necesidad de crear sistemas de apoyo más sólidos era evidente—un problema que, lamentablemente, continúa hoy en día.
Luchas para Acceder a la Atención Médica
María Gómez compartió una poderosa historia sobre las barreras que enfrentan muchas personas, especialmente dentro de las comunidades Latines, para acceder a la atención médica. Describió la desgarradora realidad de las familias a quienes se les niega la atención porque no tienen seguro o hablan poco o nada de inglés.
Habló de una madre que tuvo que dar a luz en casa porque un hospital se negó a admitirla por falta de seguro.
“Las mujeres se veían obligadas a dar a luz solas, en sus propias casas,” dijo María. “Esta es una realidad que muchas personas enfrentan cuando son rechazadas por las instituciones médicas. No se trata solo de salud; se trata de dignidad.”
Su mensaje fue claro: los sistemas de salud deben reformarse para garantizar que todos tengan acceso, sin importar el idioma, el estatus migratorio o la situación del seguro.
Suyanna Linhales Barker, quien trabajó con comunidades marginadas en Brasil, habló sobre su viaje personal y profesional después de mudarse a Estados Unidos. Reflexionando sobre su trabajo en Brasil, donde la pobreza y el racismo eran comunes, compartió cómo esas experiencias moldearon su comprensión de la desigualdad estructural. Al llegar a EE. UU., se encontró sirviendo a comunidades desplazadas y convirtiéndose en parte de ellas, enfrentando desafíos inesperados.
"Es una posición diferente cuando no solo estás tratando de proporcionar servicios a una comunidad, sino que también perteneces a ella," dijo Suyanna. La experta en salud pública subrayó la necesidad de ver la salud como un derecho humano y la importancia de cambiar la forma en que los sistemas ven y tratan a las comunidades marginadas y desplazadas.
"La salud es para todos," dijo. "Pero el sistema a menudo excluye y juzga a quienes están en necesidad, haciendo que el acceso a la atención sea más difícil."
Una Visión Compartida para el Futuro
Las historias compartidas por José, María y Suyanna pintan un cuadro vívido de las luchas continuas por el acceso a la atención médica en las comunidades latinas. Pero también ofrecen una visión para el futuro—un futuro donde la atención médica sea vista como un derecho humano para todos, sin importar su origen. Las voces de quienes están en el terreno—ya sea en organizaciones comunitarias, iglesias o centros de salud—están impulsando un cambio sistémico, abogando por la inclusión, el apoyo y la equidad en todos los aspectos de la vida.
Al reflexionar sobre las poderosas palabras compartidas durante el evento Salud Comunitaria, queda claro que, aunque queda mucho por hacer, el esfuerzo colectivo para garantizar la atención médica para todos es más fuerte que nunca. La lucha continúa, y como dijo Suyanna, "No solo estamos tratando de ayudar, estamos tratando de entender." Y en ese entendimiento, podemos construir un futuro más justo y compasivo para todos.